Perplejo. Como todos acá en este velorio gigante en las redes, me dije que no. Que no podía ser. Que debía haber un error, que alguien se había apurado. Y pegunté y pregunté. Y no. Sí. Confirmado. La pucha… Hay un error. La muerte es un error. Es claro. Difícil que en Rosario hubiera en las letras, alguien más entrañable, querido, querible, divertido y genial como vos. Ahora sí tu libro «LA LECTURA» será un clásico. QUERIDO EUGENIO, NEGRO… siempre estamos solos, pero hoy estamos más solos. Qué pena. Qué triste. No jodas. ¡Inconsolables!