. Una ciudad caminada por la orilla desde Alameda y 310 hasta Mar de las Pampas arena fina para hacer monigotes o una casa tibia con un sol cegador Eucerín protección 40 la salpicadura del agua y esa ondina del chasquido fresco en tus pies feos y fugitivos. . Por la calle principal, Buenos Aires el viento te hizo paja en la melena rubia y por las dudas el turbión nos llevara te abrazaste al pecho los cuentos de Lorrie Moore, “Como la vida”. Un ejemplar prestado como la vida, felices juntos. . Nos subimos a esas tarimas raras que hay en las playas del centro y zapateamos arriba, como niños buscando el médano de Don Carlos, la casa de Saccomanno, el cine pensando ingenuamente que Piquín bailaría en vivo después de la proyección de “Aniceto”. . La arena de playa con el reverbero del mar produce un resplandor extraño quizá un espejismo: a menudo no es fácil distinguir en el vaivén de la marea si el agua viene o se va. . . ….03-12-2015………………..Marce.
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¿ Y cómo esconder un sol
que no se pone nunca…?
¿Apelar a qué cielo
a qué universo remoto?
¿A qué arte del arreglo, Galileo?
Imposible indeseable
donde brilla cegadora
la osamenta …