(no se lo puedo dedicar, pero él lo sabe… él sabe todo) . Creo que el oximoron se me ocurrió a mí: espía de confianza. Si se piensa en la desconfianza que nos genera la información en manos de gobiernos, Estados o corporaciones, se entiende el afecto que sentimos por los espías, similar al que sentimos por los ladrones cuando los comparamos con la policía. Ya sé que no debería ser así, pero entre dos deberías, está la literatura y en esa grieta, vivo. El caso es que yo, como todos, tengo un hacker de confianza, rosarino, caserito, con delivery a cien pesos las pelis iraníes, rusas, subtituladas por Open English, los discos ilegibles de Bill Evans en un sótano del Greenwich Village o el Sermón de la Montaña original, el audio de Jesucristo leyendo un machete de Judas, incluido el siseo de la voz del traidor que le va soplando la letra al Mesías como hacía López Rega con Isabelita. . Es así, empezás con un compilado de Los Palmeras o Gilda, bailables para la fiesta de fin de año, y un día tu hacker amigo te ofrece el mailing de unos periodistas vendidos (de otros países, claro, del Asia) o unos chats del Messenger a los que él, vacuamente (vaciando papeleras ajenas), llama “te vendo un Mazzinger del 12”, en alusión al dibujito japonés destructor de tantas pantallas 12 pulgadas en la época de las Commodore. Yo no le compro identidades ni fotos, igual no es difícil saberlas o adivinarlas. Rosario es más chiquito que Cayastá. En todo caso, me gusta jugar al misterio pero sólo compro los chats o anécdotas, las charlas o los hechos sin nombres ni fotos, porque eso mismo favorecerá la neutralidad y objetivismo del texto, en mi caso, siempre de ficción, lo más cerca que conozco de la verdad. Hoy, por ejemplo, le compré este chat, del Messenger de Facebook. En realidad, es un monólogo de un varón, por caso, supongamos que es periodista, un hombre mayor, que se llama Raúl, y fue «servilleta», pichón de Evaristo, escuela de periodismo ESTORQUE, se fumó un diario, grababa a los amigos cuando jugaban al póker, estuvo preso por falsificar BONEX… y le escribe un chat a una mujer (supongamos) que se llama Vilma, como la compañera de Pedro Picapiedra. El texto monólogo de Raúl dice: . –Hay una regla de oro, Vilma, que dice que dos personas que no se acuestan más, no deben contestarse nada. Ni mails, ni posts, ni llamados. Ni culpa, ni educación, ni cortesía. Nada… Así que haceme el favor, Vilma, si no querés coger más conmigo lo entiendo. Es coger o no coger. Un ejercicio y listo. Pero haceme el favor, dejá de ponerle ME GUSTA a cada bostezo, delirio o foto que pongo en Facebook. Vilma, las fotos son un truco, los posts también… todo en realidad es falso en la red, pero el feminismo no… 50 años de feminismo deberían enseñarte que no vale la pena seguir tanto a ningún tipo. Especialmente, a uno que ya no querés cogerte. Bueno… pensalo. Y otra cosa, ¿qué hacés esta noche? . . …..10-ene-2016……………….MaRCe.