. Un verdadero artista no compite con nada ni con nadie. No debilita su existencia con el aislamiento sino que allí fortalece su libertad. No importa lo que ven sino lo que significa el texto. . A menudo puede elegir ser elegido y desecharlo y sin embargo, elegir otra cosa. Elegir no ser elegido puede ser la elección.
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«¿A qué lugares va usted de noche para volver con ojos tan cansados y lúcidos?»*
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Al crítico, un golpe físico, y a su arte, a golpes, indocil, a lo bonzo. En lugar de buen día al espejo, decir: acá estoy yo y no puedo evitarlo…
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Y sobre todo, que el descuido en las cosas sea real, auténtico. En la vida, ningún artificio.
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13.ene.2016…………Marce.
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** poema de Paul Morand a Proust.