. Días en que la charla más íntima personal o extraña, es con el portero
del edificio de cocheras.
Que además
no siempre es el mismo.
En 17 años lo deben haber cambiado
6 o 7 veces.
.
Los cambian por razones de seguridad:
para que no hablen conmigo.
El de ahora
es como a mí me gusta:
barrial, futbolero, peroncho
pero astuto,
rápido para los mandados,
parece un radical del PRO.
.
¿Por qué se me hace confidente
el portero de la cochera
y desconfío del de mi casa?
Lo aprendí de Chéjov
(aún queda gente que cree
que la ficción es una pérdida de tiempo)
que lo más importante de los días,
la tristeza,
es incomunicable
a lo sumo, a un perro,
a un muerto en la cabecera del diván
al caballo del cuento
o a su dueño,
portero o taxista.
.
No hay nada más consolador
que hablar con uno mismo
cantarse las cuarenta
las mil y una noches
Borges hablaba con Sherezade
yo salgo del trabajo
y prefiero la gaviota
o el caballo
del cuento de Chéjov.
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………….,,,,,,,,,,,,,MARCE…. 9-12-17
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WILLIAMS
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Que no haya ideas sino en las cosas
escribe Williams en el poema
«Una especie de canción»
y Paterson
hace arder el mundo
en silencio
durante 10 años
en una catarata
de cinco …