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La máquina de hacer pájaros

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LA MÁQUINA DE HACER PÁJAROS
………………….. a Enzo Dimónaco
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Han dado maitines ya:
las cinco y se reza
ayuno y silencio
en una casa de retiro capuchina
que los Anchorena donaron a los curas.
Lima, Atucha, Pavón y Caseros.
El sitio perpetuo del país insomne.
¿Donaron o devolvieron? decía Cafrune
aquel verano de 1977
éramos unos colegiales
que pedíamos perdón a los muertos
por estar más adelante en la lista.
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Recién al alba o en el entresueño
convaleciente del duermevela
regresaba el murmullo
de dos cosas o tres personas
que podían entonces
zurcir el corazón del mundo.
Volvíamos en tren del campamento.
Era un país asesino
pero aún había trenes y máquinas
de hacer pájaros.
Enzo tenía un walkman
con ese disco de Charly
y él zapaba imaginario
sobre un cancionero eucarístico
“Cómo mata el viento norte”
en el país asesino.
En caso de emergencia
dijo Enzo, rompa el vidrio
y saque a Charly.
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Y después nos dormimos
Pero esos años
entre salves y jaculatorias
yo empezaba a intercalar mi listín favorito.
Como Funes, el memorioso
me había hecho mi propio latín
para nombrar otras cosas
durante la misa:
mea sopam abrazum cucharitae
metem sacand coitus nom interruptus
resistire ad verbam
et cladem semper protulero
vestra oculi…
la sopa de campaña
el abrazo cucharita
el mete y saca sin límite
resistir y el lenguaje
de la derrota
que siempre me producen tus ojos.
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………………….…….Marce…..
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foto: Charly García en el Luna Park, 1976,
presentando «La máquina de hacer pájaros»