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ANGÉLICA GORODISCHER y yo.

ANGÉLICA GORODISCHER

El camino del otoño.

Mi primera novela, 1995 (Corregidor) 2012 (HomoSapiens), la corregí 2 años con Angélica. Me lo había sugerido Alberto Díaz, en 1991, en Losada. Ella no sabía. No me conocía, obvio. Tampoco dije que me mandaba Alberto. Sólo me lo había sugerido. Agarré la guía de teléfonos de papel y busqué su dirección. Encima éramos vecinos. O al menos del sur de Rosario. Lugar común. Me mandé caradura. Toqué timbre. Salió ella como era. Brava. Radiante. Al hueso. Trabajamos casi 2 años. Después de ella, obvio, el texto fue una novela aceptable. La primera novela de un narrador que comienza. Me hizo corregir cada sintagma, tirar 100 páginas, escribir otras 100. Aprender. Era dura, magnífica. Cuando terminamos le escribió una carta a Manuel Pampín (conservo una copia), casi obligándolo a editar la novela. Hizo un prólogo que es lo mejor que tiene el libro. En octubre de 1995 me acompañó a presentarlo en la Sala Mateo Booz (no encuentro la foto, pero está por acá…). Varias veces insinué pagarle. Siempre se negó rotundamente a cobrarme un centavo. Sé que esto le pasó a muches en Rosario. Angélica era así. Honesta, sabia y muy generosa. No me disculpo por la autoreferencia, yo quiero demostrar lo que significa para los escritores que comienzan, el acompañamiento generoso de los grandes maestros. Yo no hubiera sido escritor ni coordinador de talleres sin esa experiencia. Sin ella. Esto también es Rosario, GORODISCHER❤, siempre será una buena noticia. Marce.

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