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LUNA ROJA
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Tanto enseña el desamor
en los poemas de Carver
Morábito o Bishop
y no lo sabe ver en su casa
ni con un telescopio Hubble
puesto en mitad de la cocina.
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Ella tampoco se da cuenta
que toda su energía y su desastre
es el enamorado, su agredido predilecto
como dice Julia Kristeva.
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Parece mentira que ninguno
de los dos recuerde
que el amor es como la lluvia:
algo que sucede. Y punto.
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Parece mentira que ellos dos
que se pavonean
del suave desaliento
y el desapego
al escribirlo o explicarlo
no sepan que están
berreando como la cabra
perdidamente loca
con el lazo al cuello
extenuada, en una pelea inútil
que solo pide rendición
en un lecho caliente
como sus sexos
insomnes, febriles, magnéticos.
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Como si la luna roja
pudiera ser neutral
ese solo día en el siglo
en que sucede el eclipse.
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29-09-2015……………………MARCE