.

CELOFÁN
.

.
Lo que ella dirá en el borde de mi cama
en la última parte del sueño
será una bendición al despertarse.
El resplandor de la visión nocturna
le dará el más común
ánimo de resucitada
y ese pequeño éxtasis coincidirá
con el sol en el cenit
y luego
desde allí
el declive.
.
El breve letargo de su siesta
ya tendrá algo de resaca
y a medida que avance la tarde
las sombras comenzarán a mezclarse
con la realidad del sueño.
Cuando por fin se desvanezca
no habrá quedado nada de la parestesia
y ella no recordará lo pasado
más que como una fuga
algo roto
lo perdido
el relumbrón
apenas visible
de un celofán
en la bolsa de basura.
.
.
27-11-2015…………………..Marce.