. Una de las enseñanzas de mi última etapa de análisis fue aprender a pensar sólo en mí. Priorizarme. Ante cualquier convite pensar en mi deseo, en YO. Algo así como ser egoísta, ¿quién piensa en mí? Yo. Listo… Autoestima. Destino. Deseo. Ya basta de hacer aquello que no queremos o no nos interesa, sobre todo, si advertimos que otra vez (¡Y van…….) van a usarnos, para ayudarles a hacer su trabajo o darse un poquito de lustre con nosotros.
Como dice magistralmente el personaje de Toni Servillo en La Grande Belleza, mientras escucha roncar a la condesa con la que acaban de tener sexo junto a una ventana en la Piazza Navona : “A mi edad ya no estoy dispuesto a hacer nada que no quiera o desee…”
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¡Acabo de entrar en esa edad! ¡Feliz día del escritor para mí!
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En los últimos diez días rechacé presentar en Rosario a un escritor “famoso” pero discreto, rechacé alojar a otro más famoso pero depredador (y ese sí egocéntrico). Rechacé ser la musa cultural de distintos proyectos que salvarán a Rosario, me negué a ir a programas de televisión para ayudarles a hacer su trabajo o para que se lustren un poquito con mis 40 años de lecturas y escrituras… No quiero estar más allí donde me buscan. No me da el cuero para la Gran Rimbaud, obviamente, pero esa es la idea: un cartel en la calle inclinada que diga: NO MOLESTAR…
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Estoy cansado de LAS PROMESAS EN EL BIDET, de que me inviten a hacer el trabajo ajeno, de que se luzcan con el mío. Se me pasó la juventud escuchando que todo el mundo contaba con mi “genio inagotable” para distintos proyectos salvadores del globo, el continente hermano, “la patria” o Rosario.
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Gracias Luis: el mundo es mi deseo, soy yo… un sitio pequeño pero intenso y luminoso: escritores amigos, alumnos, compañeros y los afectos esenciales. El resto no va a poder encontrarme, soy un as del escape: me les escondía a mis viejos para no volver de las vacaciones. Ni en Wikipedia: nunca estoy allí donde van a buscarme, la idea es venirse a menos… la vida está en otra parte… y soy feliz… Marce.
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EL ALTILLO
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No sabe cuánto será.
Quizá empezó hace unos días
o comenzará ahora.
El tiempo de la escritura es subjetivo
limitado a un espacio de intemperie infinita.
Hace una hora …