. Solamente de vez en cuando, o a diario, pensándolo, o cuando menos lo pienso, detrás de mí y en medio y por delante,
estoy arruinado, contrito, tapándome
con una manta el corazón y mis muelas.
Me cae la flor de la bugambilia
y me cae el viento
y me cae mi madre
-y mi padre y mi mujer y mi hijo-
y me levanto con el nombre ajado
y recojo mi lengua llena de hormigas.
Vivo bien.
No tengo queja de nada ni de nadie.
Solo que a veces, cuando viene el agua
me mojo a media calle
y cada día me parezco más a un poste.
Alguien me va a decir alguna cosa,
la va a sacar de algún costal de mentiras
y desde entonces voy a ser feliz y triste.
.
Hoy, de ladrón no paso.
Ni paso de vivo.
.
.
—————————JAIME SABINES
Chiapas, México, 1956
La foto es en la Biblioteca Vigil (me la sacó la escribana) hace dos años, cuando recibimos el edificio recuperado.