© 2019 admin. All rights reserved.

La luz china

.

LA LUZ CHINA

.
.
¿Cómo sería la luz en China?, pensaba Esteban. La luz no es igual en todo el planeta. Hay lugares donde es opaca, como en Irlanda, donde crepita como en Túnez y donde es argentina, como en Argentina. ¿Cómo sería la luz en Wantang, en Beijing? 
Más brillante dijo Wu, porque es donde nace, mientras remarcaba los precios de los lácteos invisibles. A Esteban le pareció una pavada, la frase de un repositor chino viviendo a los tumbos de Macri en una periferia argentina. Un slogan medio chauvinista de la nostalgia, pensó. Siempre la mejor luz es la de tu patria, la de tu casa.
.
Aunque a veces la ciencia suele confirmar esas pavadas, al fin y al cabo el sol sale por oriente. Al fin y al cabo es lo que sus padres le explicaban a Esteban en “El Hotel donde soñaba Perón”, que aquí en Rosario somos tristes, porque la luz nos llega desvaída, débil casi, después de cruzar Oriente, Europa, el mar, el Uruguay, setecientos kilómetros como si al final se arrastrara cansada y apenas fuera un relumbrón, algo rebotado, más bien horizontal, como si nunca conociera el cenit o la victoria.
¿Y cómo sería la noche en Wantang? ¿Sería esa media luz del tango o de la bohemia, ese brillo satinado de los adoquines? ¿Es que habrá adoquines en China? ¿Adoquines en pendiente o en declive que lo lleven a uno a salir a soñar con el deseo, con el encuentro amoroso aunque sea otoño, invierno? ¿Tendrá más o menos líbido la noche china? ¿Cómo será la luz en la cama de Xia?
Él ya sabía cómo era su luz aquí, su amanecer, una luz diurna, vespertina, esa cara de farol de luz ambarina. ¿Pero cómo sería allá, en ese otro planeta, en esa otra época de la historia humana que era China?
.
Se ve que alguna de las reflexiones o soliloquios de Esteban fueron en voz alta, porque Xia lo escuchó desde la cocina y trayendo al dormitorio su desayuno de té Oolong, en hebras, las dos tazas con las estampas de la dinastía Ming, dijo:
–La felicidad es una sola, la luz es una sola, aquí o en Wantang, despertarte a las dos de la mañana, darte vuelta, ver su cara y saber que estás en el lugar justo, donde quieres estar, abrazarle y volver a dormirte.
.
.
. ………………………………Marce ( chino 52)
.