© 2019 admin. All rights reserved.

Puedo acostumbrarme

.

PUEDO ACOSTUMBRARME
.

.
A sus pasos que siempre 
la traen desde el río.
A su antorcha en la cabeza
y el sello pudoroso de labios
del primer saludo.
A su piel blanquísima
donde las pecas resplandecen
la mirada profunda
y la sonrisa de rabillo.
.
A su hablar exacto, firme
sus pausas,
la convicción de búsqueda
sin aire de suficiencia.
Y yo, que debo alzarme
para el beso, más o menos
según el calzado que ella
se haya puesto ese día.
.
A todo lo que ya sabemos
y aún no ha sido dicho.
A que siempre llegue por detrás
desde el río
y me abrace mientras leo
presintiendo en el vigor del jabón
la hora de su baño
y la espuma.
.
Uno se acostumbra a ser feliz.
Es algo simple, una rutina
esa caminata, por ejemplo
punta a punta del Parque España
son dieciséis minutos
y podría ponerla en la alarma del celular
todos los días
aún de frío y lluvia
como este domingo
a las tres de la tarde.
.
.
…………..#Marce